Toldos Solares
Evolución toldos
25/01/2023
Dentro del mundo de las energías renovables, el campo de los tejidos también está evolucionando hacia ese sector.
El funcionamiento de los toldos solares es muy similar al de las placas solares. La diferencia es que los receptores de energía están integrados en el tejido del toldo.
Para producir electricidad, los toldos deben contener una serie de células que permitan crear un efecto fotovoltaico. Así, los fotones generan un campo eléctrico que pueda producir electricidad. Los materiales más utilizados en la creación de estas células son el arseniuro de galio y el silicio. Existen diferentes tipos de células de silicio, que dependiendo de los resultados que se desee obtener serán recomendable conocerlas para su correcta elección.
A partir de su estructura, las células de silicio se clasifican de la siguiente forma:
Amorfo: a pesar de su baja eficiencia son las células fotovoltaicas más ecológicas del mercado, ya que no utilizan metales tóxicos en su fabricación.
Policristalino: construida por varios cristales de color azulado, se emplea para instalaciones que ocupen un tamaño amplio, tiene una alta tolerancia a temperaturas muy elevadas. Su precio es más barato que las de monocristalino.
Monocristalino: no está formada por cristales de silicio y, aunque suele ser la opción menos económica, ofrece un alto rendimiento.
Una vez instalado el toldo solar en la ubicación elegida, podrá proveer de electricidad todo su entorno.
En conclusión, gracias al desarrollo tan eficiente para obtener energía mediante el sol, se ha logrado implementar la tecnología de las placas solares en objetos tan cotidianos como los toldos.
Además de proteger de las radiaciones solares, pueden abastecer de energía cualquier espacio donde esté instalado, ya sea en un hogar, negocio o caravana. Por ello, el toldo solar se ha convertido en una de las fuentes de energía más habituales que permite contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente.